sábado, 24 de marzo de 2012

Los exorcismos de Juan Pablo II en 1982 y 2000 fueron contra demonios de extraordinario poder


Este martes salió a la venta Así se vence al demonio (LibrosLibres), de José María Zavala , un impactante testimonio de exorcistas y poseídos sobre la realidad de la posesión diabólica y las armas de la Iglesia para luchar contra ella.

El capítulo 3 ("Yo he visto a Satanás") incluye una entrevista con Gabriele Amorth, el más prestigioso exorcista del mundo, que lo fue de la diócesis de Roma. En ella cuenta los dos exorcismos, al menos, que realizó Juan Pablo II siendo Papa, y contra demonios de gran poder que no salieron de sus víctimas tras el primer ritual celebrado por el Pontífice y requirieron muchos esfuerzos posteriores.

ReL ofrece, como anticipo de esta obra, la parte de la entrevista consagrada por Amorth al Papa Wojtyla.

Juan Pablo II fue el primer Papa en casi 400 años que se enfrentó, como usted, cara a cara con el diablo. Sucedió el 4 de abril, domingo de Ramos, de 1982, al inicio de su pontificado…

Lo recuerdo perfectamente. Yo conozco a Francesca, la joven que acudió aquella mañana a la audiencia papal en el Vaticano. Previamente, el obispo de la diócesis a la que pertenecía esa chica le preguntó a Juan Pablo II si estaba dispuesto a exorcizarla, a lo que el Papa asintió sin ningún problema. De modo que el Pontífice procedió poco después al exorcismo en su capilla privada del Vaticano. Francesca no hacía más que escupir y revolcarse por el suelo. Las personas que rodeaban al Papa no daban crédito a lo que veían: “¡Nunca habíamos presenciado una escena como la que se describe en los Evangelios!”, reconocían, admiradas.

Pero el primer impresionado resultó ser el mismo Papa, a juzgar por el testimonio del cardenal francés Jacques Martin, según el cual Wojtyla confesó luego a Ottorino Alberti, obispo de Spoleto: “Nunca me había sucedido algo semejante en mi vida”…

Juan Pablo II decía, en efecto: “Todo lo que sucede en los Evangelios, sucede también hoy”. Pero además de pensarlo y decirlo, Juan Pablo II acababa de experimentarlo por sí mismo. Su exorcismo fue de cierta eficacia aunque, siendo sincero, debo añadir que para liberar a Francesca se requirieron cinco años enteros de bendiciones.

¿Recuerda algún otro exorcismo de Juan Pablo II?

Uno mucho más reciente, acaecido en septiembre de 2000. Una chica de diecinueve años de un pueblo cercano a Monza, al norte de Italia, vino una semana a Roma para que la exorcizase junto con mi compañero y hermano Giancarlo Gramolazzo. La sesión se celebraba a primera hora de la tarde, de lunes a jueves. De modo que el miércoles por la tarde ella estaba comprometida con nosotros, pero no así por la mañana. Pensó en acudir entonces a la audiencia general con el Papa en la Plaza de San Pedro. En cuanto llegó allí, los guardias se percataron de que su actitud no era normal y la colocaron en primera fila, junto a los enfermos. Poco después, mientras el Pontífice impartía su bendición a una multitud de más de 40.000 peregrinos, la atractiva muchacha empezó a gritar como una posesa.

¿Intervino la Policía?

Los agentes intentaron tranquilizarla en vano, pues la chica, dotada de una fuerza sobrehumana, logró rechazar a varios de ellos. Gritaba palabras ininteligibles, profiriendo insultos contra el obispo Gianni Danzi, secretario general de la Gobernación del Vaticano, que trataba también de calmarla bendiciéndola con un crucifijo. Intuyendo que la muchacha estaba poseída, monseñor Danzi informó al secretario de Juan Pablo II, monseñor Stanislaw Dziwisz, quien finalmente se lo contó al Papa.

¿Y qué hizo el Papa?

Ordenó que retirasen a la chica a un lugar apartado, donde él mismo pudiese exorcizarla al término de la audiencia pública. Hicieron entrar así a la joven por el Arco de las Campanas, rodeando la Basílica de San Pedro, para conducirla finalmente hasta un lugar cerrado donde Juan Pablo II la exorcizó en presencia de sus padres, del obispo Danzi y de varios hombres que a duras penas podían sujetarla.

Aquella misma tarde, Giancarlo Gramolazzo y yo volvimos a bendecir a la muchacha acompañados de monseñor Danzi. Ella misma nos contó lo ocurrido por la mañana en el Vaticano. El exorcismo del Papa tuvo algún efecto beneficioso, pero no sirvió para liberarla del diablo. Juan Pablo II trató a la joven, eso sí, con inmenso cariño durante media hora, anunciándole que ofrecería por ella la Misa del día siguiente.

El jueves repetimos el exorcismo, durante dos horas. El demonio aludió entonces al encuentro celebrado la víspera con el Papa. Estaba contentísimo. Menudas carcajadas soltó el miserable. Indujo a la pobre muchacha a decirme: “¡Ni siquiera tu jefe [Juan Pablo II] ha logrado hacer nada conmigo!”.

¿Cuál fue el origen de la posesión?

La chica era un portento de bondad y de pureza.

¿Entonces…?

Ofrecía al Señor todos los sufrimientos atroces por la conversión de los pecadores.

¿Víctima de algún maleficio, acaso?

Yo creo que sí. Con tan sólo doce años quedó ya poseída… hasta que tuvo diecinueve. Pero insisto: cuando no se manifestaba la posesión, era buena y candorosa, ofreciendo su particular calvario por la expiación de las almas.

¿Tiembla Satanás cuando se invoca a Juan Pablo II en los exorcismos?

Una vez le pregunté al demonio: “¿Por qué tienes tanto miedo a Juan Pablo II?”. Me dijo que por dos motivos: primero, porque había desbaratado sus planes con la caída del régimen comunista en Europa; y segundo, porque le había arrebatado las almas de muchos jóvenes durante su pontificado. Acto seguido, al preguntarle por qué temía también a la Virgen María, me contestó: “Porque he sido muy humillado y vencido por una criatura humana”.

(FUENTE: religionenlibertad.com)

martes, 20 de marzo de 2012

Presentan una novela inspirada en la filosofía de la reencarnación


Festo Chauque nació en el “ayllu” (pequeña comunidad) de Volcán Higueras, en el Departamento de Iruya (Salta). Pertenece a la comunidad colla de Finca Santiago. Acaba de dar a luz su primera novela, “El regreso del amawta”, que será presentada hoy, a las 18, en el Museo de la Ciudad Casa de Hernández (La Florida 97), por Lucio Erazu. El tema central de la obra: la reencarnación. “A decir verdad, poco se ha escrito sobre la reencarnación de los seres de este planeta terrenal. Más aún hablando del mundo andino. Estamos entrando a una nueva era, la de Acuario. Creemos que el nuevo hombre debe cambiar de actitudes, especialmente internas, para alcanzar su esencia y dejar de ser el animal intelectual que conocemos para llegar a ser un hombre más humano, más sensible a los valores morales, éticos. Así lo han entendido siempre nuestros amawtas o sabios comunitarios”, contó Chauque.

“Nuestro pueblo colla siempre han creído que descendemos de una cosmogonía celestial. Estamos de paso por este planeta.Venimos con la única finalidad de evolucionar espiritualmente a través de la reencarnación sucesiva”, agregó. En esta experiencia cíclica se encuentra inmerso Festo, el personaje principal del relato (homónimo del autor). “El toma cuerpo físico como cualquier ser cuando regresa a este planeta. En el fondo es un espíritu que nunca muere. Luz inmortal. Regresa con la finalidad de enseñar los valores culturales de su pueblo, que ya se han perdido. Festo Chauque integra desde 1990 el colectivo “Poetas callejeros”.

(FUENTE: eltribuno.info)

lunes, 12 de marzo de 2012

El ‘profeta del fin del mundo’ admitió su error



El predicador estadounidense Harold Camping, famoso por convencer a miles de seguidores que el Juicio Final ocurriría a mediados del año pasado, finalmente reconoció públicamente que se equivocó.

“Hasta los más devotos nos podemos equivocar”, señaló Camping. “Los acontecimientos en el último año han demostrado que no se puede confiar en ningún hombre”, escribió el religioso en una carta dirigida a los oyentes de su programa evangélico en Family Radio, informó el diario San Francisco Chronicle.

Camping, de 90 años, recibió gran atención mediática en 2011, cuando aseguró que el mundo acabaría el 21 de mayo, fecha en la que se llevaría a cabo la segunda venida de Jesucristo y que los creyentes ascenderían al cielo, mientras que el resto deambularía en un planeta olvidado hasta el 21 de octubre, cuando prometió que el mundo llegaría a un violento final.

Camping quedó atónito, según explica, porque la primera fecha llegó y pasó sin que ocurriera el evento que predijo. Y no era la primera vez que se equivocaba, anteriormente había pronosticado que el Apocalipsis ocurriría en setiembre de 1994.

Al final, el día llegó y no pasó nada. Prometió a sus fieles una explicación, pero un derrame cerebral lo dejó hospitalizado. Finalmente, ya recuperado, Camping admitió su error. “He estudiado más el tema y no creo que vamos a ver un final dramático. (…) El fin vendrá muy tranquilamente. Con humildad reconocemos que estábamos equivocados”, sentenció.

(FUENTE: peru21.pe)
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