La historia sobre cómo el Museo Británico resultó tener un manual de exorcismos se remonta a 1753, cuando Robert Harley, conde de Oxford, recibió una colección que tenía más de 600 manuscritos, entre ellos el tenebroso libro, según precisó la revista 'National Geographic'.
La colección fue heredada a su hijo, quien decidió venderla al Museo Británico. Allí, los libros fueron categorizados en grandes variedades: obras clásicas, medicina, diarios, los que contenían cantos, cuentos, entre otros. Después, los separaron en esas categorías para cuidarlos de manera adecuada, ya que, debido a su antigüedad, debían estar en condiciones específicas para conservar su integridad.
El nombre del libro, o más bien como lo catalogaron, fue: ‘Harley MS 2874’. Se supone que era una obra de liturgia que describía las obligaciones del clero a lo largo del año, pero el problema en cuanto a su contenido era que estaba escrito en una lengua que nadie entendía, que se caracterizaba por repetir consonantes.
Así, sin mayor reparo sobre qué era lo que ocultaban sus páginas, se quedó en el Museo Británico por más de dos siglos, señala 'National Geographic'.
En el 2019, la Biblioteca Británica se encontraba en el proceso de pasar gran parte de su catálogo a su versión online, por lo que libros como este, que estaban olvidados, volvieron a ser relevantes.
Sin embargo, para los funcionarios de la biblioteca en ese momento no fue difícil descubrir cómo quitarle lo críptico al texto.
“Cpnkxratkp malkgnprum spkrkxxm” era la frase con la que iniciaban sus páginas y, al revisar con mayor profundidad, descubrieron que solo se trataba de un sistema de encriptación en el que algunas vocales son sustituidas por la consonante sucesiva, resalta el citado medio.
Con eso en mente, en la frase inicial se leería: “Coniuratio malignorum spirituum”, en latín, que en español traduce a “Conjuro o conspiración de espíritus malignos”.
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¿Qué contiene el libro?
Con el título aclarado, la biblioteca por fin pudo definir correctamente el libro: era un manual lleno de rituales para realizar exorcismos.
Además, no era tan único como quizás en algún momento creían. Resulta que con su título ya desencriptado se pudo rastrear que existen otras 30 copias del mismo sin codificar y que, adicionalmente, su versión original se encuentra en el Vaticano y se imprimió en Roma y Venecia a finales del siglo XV, indica el recuento de 'National Geographic'.
Ahora, algo que sí lo hace diferente es que es la única versión encriptada del texto. El porqué de esto lo explican los investigadores de la misma biblioteca, los cuales sospechan que cayó en manos de un monje que consideró que la información era demasiado delicada para ser leída por cualquiera.
Según lo que se entiende, la obra contaba con frases que podrían controlar a los demonios y, aunque en buenas manos esto serviría para ayudar a exorcizar a alguien, en malas manos podría ser catastrófico; por lo que, suponen, el monje temió que la información fuera de fácil acceso.
Además, también importa la ubicación donde fue encontrado. Los monjes británicos no estaban tan familiarizados con los exorcismos como podrían estarlo los italianos y se sospecha que el monje que encontró el manual pertenecía a la comunidad de Bury St Edmunds, en Inglaterra.
La sospecha existe debido a que al revisar la obra que, por cierto, está escrita a mano, bajo una luz ultravioleta, encontraron un texto casi imperceptible en el que se leía un indulto real de Enrique VI a William Babington, quien fue superior del Monasterio de Bury St. Edmunds.
Para el sacerdote, suponen quienes estudiaron este libro, la publicación de sus páginas podría implicar que fuerzas y poderes muy grandes cayeran en las manos de personas equivocadas. Sin embargo, actualmente, algunas imágenes del manuscrito están disponibles en la página web del Museo Británico.
(FUENTE: eltiempo.com)
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