Este ritual de magia blanca es muy efectivo para toda persona que se halla sin trabajo y está buscando el tan necesario sustento para si y su familia; debo destacar que en este como en muchos rituales para trabajo, no existe la posibilidad de que se concrete el deseo en tiempos tan cortos como 24 horas, por lo que quien lo realice debe hacerse la idea que el objetivo anhelado -obtener un empleo-, se concretará entre 7 y 9 días. mínimo. Tenga Fe.
Elementos a necesitar:
- Arcilla o barro.
- Una herramienta para grabar (puede ser incluso hasta un lapicero viejo)
- Una pizca de azafrán.
- Un cigarrillo de tabaco negro.
- Una pizca de azúcar.
- Una pizca de sal.
- Una vela amarilla.
Pasos a seguir:
1-Encienda la vela amarilla y colóquela sobre una mesa delante de usted. Siéntese frente a la misma. Haga una bola con una cantidad mediana de arcilla o barro; tómese su tiempo y energice la bola de arcilla entre sus manos, respirando pausadamente y cerrando los ojos alternadamente, pensando en la satisfacción y paz que llegará a su corazón al obtener un trabajo digno, fecundo y creador. Deje que el sentimiento de paz le invada. Piense en dinero y trabajo.
2-Tome un poco de cada elemento con su mano fuerte -la mano con la que escribe-, y agréguela a su bola de arcilla, en este orden: un poco de sal, luego virutas de tabaco negro, a continuación el azúcar y finalmente el azafrán. No deje de pensar en el trabajo que desea conseguir.
3-Una vez ya mezclados todos los elementos, aplane la bola de arcilla, creando un disco de unos 3 o 4 mm de grosor. Aplánelo sólo con sus manos. A continuación grabe en él los símbolos tal y como aparecen en la imagen de este Post. Mientras lo hace diga en voz alta y siete veces:
"Me merezco un empleo que me satisfaga y que esté bien remunerado"
4-Su trabajo está listo. Apague la vela y deje secar el disco al sol un día.
5-Al día siguiente y de mañana, tome el disco y salga a pasear. Busque un lugar tranquilo en la naturaleza o un parque apacible. A solas, tome su disco y arrodillándose en el suelo, rómpalo con fuerza y entierre los restos, enviando su deseo a la Madre Tierra mientras susurra: "Gran Madre,... te rindo honor" y dándole las gracias en sus palabras, por el deseo concebido.
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